EL:-¿Qué te pasa ahora?
ELLA:- No me pasa nada, sólo que confirmo que sos un pelotudo. ¿Qué te pasa que te mando mensaje y no contestas?
EL: -No agarré el celular en todo el día
ELLA: listo te saco un peso de encima, no quiero verte nunca más, sólo te llamaba para decirte que sos un sorete y que no quiero verte más, ójala que la pelotuda esa te haga sufrir tanto como vos a mi, soretee.
EL:- Bueno está bien, basta-
ELLA: -Bueno basta, morite, ni te importa.
Silencio profundo, al rededor de un minuto de la nada misma y ahi comienzan las carcajadas, esas que no paran con nada
EL:-Vos estás completamente loca, te juro que voy a grabarte cuando tenemos estas conversaciones.
ELLA:-No estoy loca, me pone loca que me trates como loca
EL: Bueno esta bien
ELLA: - ¿No sabes decir otra frase que no sea "bueno está bien"?
EL: -Bueno Perdón
ELLA: -Odio que me digas perdón porque siempre volvés a hacer lo mismo, desaparece sorete! te odio, no te soporto más. Desaparecee!!!!
Y nuevamente las carcajadas
Todavía se ríe a carcajadas, y eso le alegra el corazón...No todo está tan perdido.
Si hay algo que es realmente envidiable es poder desarrollar ese tipo de gimnasia entre dos. Entenderse, a pesar de lo que se diga o haga, es fundamental.
ResponderEliminar¿Usted sabe lo importante que es eso? Mire que más de dos o tres personas le hubiesen declaro la guerra al Imperio Austrohúngaro si alguno le decía, como mínimo, "sorete".
Creo que justamente es la magia de toda relación, puede ser que muchos declaren la guerra simplemente por una palabra, pero una risa puede firmar la paz..
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